Inhaerens recoge
un conjunto de obras de Jose Ramón Lozano, que muestra en la Galería de Arte
Ángel Cantero (www.angel-cantero.com),
de León, hasta final de febrero. La obra de Lozano rompe los límites entre la
figuración y la abstracción, al crear rostros con una cuidada composición
formal. La representación de sus pinturas hace referencia a la interacción
entre cuerpo y alma que, considera, inherente al ser humano. Lo corporal y lo
espiritual, la aflicción y el gozo, lo
íntimo, lo salvaje se encuentra contenido en el trabajo de este artista. Tras
cada actitud, cada mirada, hay una historia, una sucesión de sentimientos que
conducen, en muchos casos, a una insinuada violencia. Genera una turbia
dependencia con sus obras y establece un poderoso vínculo con el público. Pero,
Jose Ramón Lozano está interesado en lo que transmiten sus cuadros y en cómo lo
transmiten. “Todo mi trabajo surge de fotografías que realizo y que me sirven
como base para llevar a cabo la obra pictórica. Desde el principio busco crear
imágenes llenas de fuerza e intensidad, a través de la composición, el color y
la pincelada. Lo figurativo y lo abstracto se unen en figuras expresivas, en su
inexpresividad en ambientes abstractos, neutros, que denotan ambigüedad.
Intento que los rostros generen emociones, a partir de la expresión de la
mirada; una mirada que se encuentra e interactúa con el espectador en el
espacio expositivo. Esto se consigue, en parte, por el gran formato de los
cuadros”.
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